Antiguamente los reyes persas llevaban coronas de madera del árbol de la mirra.
Antiguamente los reyes persas llevaban coronas de madera del árbol de la mirra.
En la edad media era costumbre ofrendar mirra en la noche de Reyes.
Es una de las ofrendas que los reyes realizaron a Jesús: oro, incienso y mirra.
Al rajar la corteza de la mirra esta exuda una sustancia entre blanquecina y amarilla que se espesa y se convierte en una goma de color marrón rojizo.
Favorece la receptividad y la relajación espiritual.
Crea un ambiente de protección.
Se puede quemar sobre brasas, pastillas de carbón (lo más rápido y cómodo) o quemador eléctrico, pero para apreciar al máximo su fragancia lo ideal es quemarlo en un brasero de la siguiente manera:
De esta manera obtenemos la verdadera fragancia del incienso ya que este se ira consumiendo poco a poco.
Este método se puede utilizar para cualquier tipo de incienso.