El juego del Solitario data del siglo XVIII, su origen es desconocido, aunque algunos autores se le atribuyen a un conde francés que confinado en la Bastilla entretuvo con él su obligada soledad.
Al empezar a jugar la casilla central esta vacía, cada jugada consiste en saltar con una pieza cualquiera sobre otra adyacente, la cual es retirada del tablero, como en el juego de las Damas, los saltos pueden hacerse en cualquier dirección excepto en diagonal.
El objetivo es eliminar todas las fichas excepto una, que debe terminar ocupando el punto central.
El numero de jugadas mínimo, hasta ahora conocido, para resolverlo es de dieciocho, teniendo en cuenta que los saltos realizados en cadena con una misma ficha cuentan como una sola jugada. Puede ver la solución de 27 movimientos aquí.